martes, 30 de agosto de 2011

Septiembre será el mes del PAP en el Hospital Castro Rendon

Los servicios de Ginecología y Anatomía Patológica del hospital Castro Rendón, implementarán nuevamente el Mes del PAP. La campaña es fundamental para aumentar la accesibilidad al test de las mujeres con mayor riesgo de tener lesiones pre malignas en el cuello del útero, una oportunidad para detectarlas, tratarlas y así evitar la enfermedad.
El cáncer cervicouterino es una patología mortal causada por algunos tipos de HPV (Virus de Papiloma Humano). La enfermedad es evitable por la existencia de un test de screening, llamado Papanicolaou (PAP), que reduce su incidencia y mortalidad.
Según la conducta habitual del HPV, las lesiones del cuello del útero que preceden a un cáncer se detectan generalmente entre los 35 y los 64 años, y mayormente, en mujeres que no se han hecho nunca un PAP o en las que no se hacen uno hace más de 5 años.
El mes del PAP en el hospital es una campaña que facilita el acceso de las mujeres pertenecientes a este grupo de riesgo al test. Para ello se dispone de un consultorio especial -en el sector de consultorios externos del servicio de Ginecología del nosocomio- que funcionará durante todo el mes de septiembre, de lunes a viernes, de 8.00 a 16.00, para que las mujeres de 35 a 64 años, que nunca se hicieron un PAP o que se han hecho uno hace cinco años o más, puedan realizarse el estudio, en forma gratuita y sin necesidad de solicitar turno previamente.
El PAP es una manera altamente efectiva de prevenir el cáncer de cuello de útero. Es un examen sencillo, que no produce dolor, dura sólo unos minutos y está indicado como método de prevención o detección precoz del cáncer de cuello uterino en las mujeres de entre 25 a 64 años. Sin embargo, se establece un criterio especial para las campañas, las que se dirigen especialmente al grupo de alto riesgo.

Coberturas

Las bajas coberturas se reflejan en la baja detección de lesiones pre malignas y por ende, en la imposibilidad de evitar muchos casos de cáncer cervicouterino. En Argentina, “por año, se mueren 1600 mujeres y se suman tres mil casos nuevos”, indicó Gabriela Luchetti, desde el servicio de Ginecología del hospital Castro Rendón, a lo que su par Guillermo Suttora, agregó que “en la provincia, tenemos una mortalidad de 7,4 cada 100 mil por año, siendo el cáncer de cuello uterino, a nivel femenino, la cuarta causa de muerte”.
Por otro lado, tanto en la Argentina como en Neuquén, la mortalidad por este tipo de cáncer está estancada hace treinta años, por lo que para generar cambios se necesita implementar acciones alternativas.
Suttora dijo que “en este momento la toma de PAP es espontanea”, es decir que se realiza el test cuando la paciente lo requiere. “Lo llamamos PAP de oportunidad y el PAP de oportunidad no sirve para lograr el objetivo, que es bajar la mortalidad por cáncer de cuello uterino”, afirmó Luchetti y dijo: “el PAP es un test que ha demostrado reducir la mortalidad y para reducir la mortalidad tenés que alcanzar un 80 por ciento de cobertura y acá llegamos a un 56 por ciento”.
Según los registros del servicio, se realizan unos 200 estudios por mes. Cifra baja según Luchetti, en relación a las “nueve mil, casi diez mil consultas por año, que tenemos en el servicio”. Además, hay que destacar que “de esos 200 PAP que se hacen por mes, únicamente el treinta por ciento son de pacientes de 35 a 64 años, el resto son por fuera de esas edades y no tienen el mismo riesgo”, puntualizó Suttora. Por eso, “a esa población estamos apuntando en la campaña”, afirmó Luchetti.

PAP a tiempo

Tal como lo indicó Gabriel Grosman del servicio de Anatomía Patológica del hospital Castro Rendón, “el cáncer en general es asintomático, salvo cuando ya está muy avanzado”. Por ese motivo, muchas veces cuando la paciente tiene síntomas y va a consultar, la patología ya está desarrollada. Con el PAP “la idea es encontrar a la paciente cuando todavía no tiene la sintomatología, cuando la paciente -entre comillas- está sana”, agregó Grosman.
De detectar lesiones pre malignas, “los tratamientos que podemos iniciar son simples y no provocan demasiada morbilidad en la paciente”, expresó Suttora, y advirtió que “cuando ya detectamos el cáncer, ya entramos con tratamientos mutilantes, que tienen efecto sobre la calidad de vida de las personas a posteriori y con riesgo de vida”. Ahí radica la importancia de realizar el estudio como método de prevención y de implementar acciones de búsqueda activa, principalmente en el grupo de alto riesgo.

Resultados de campaña

La primera campaña de PAP en el hospital Castro Rendón se realizó en 2009, y convocó a más de 550 mujeres. Por lo que “ese mes hicimos los 200 test que se hacen normalmente, porque no suspendimos ningún consultorio, más alrededor de 570 en el consultorio de demanda espontanea de campaña, es decir, que se superó los 700 PAP”, expresó Luchetti.
Dado a que en esa campaña, no solo se le realizó el estudio a mujeres del grupo de alto riesgo, sino a todas las que se acercaron al servicio de ginecología -de 25 a 64 años-, sus resultados permitieron comparar algunos aspectos entre la población de riesgo y la población general.
En ese sentido, de las 577 muestras, 198 tomas correspondieron a la población de riesgo y 379 a la población general, detectándose cuatro veces más lesiones en el grupo de riesgo que en la población normal. Por otro lado, el 9 por ciento de la población de riesgo nunca se había hecho el test, cuando en el caso de la población general, el 6,5 por ciento no se había practicado nunca el estudio. En cuanto a la frecuencia en la realización del PAP, el promedio de años desde la última toma en la población de riesgo fue de 11 años, mientras que en el caso de la población general, fue de 4,1 años.

Fuente: Dirección de Comunicación Pública
Ministerio de Salud

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