viernes, 22 de octubre de 2010

"El mamógrafo cada vez más cerca"

En el suplemento por el aniversario de la ciudad de Cutral Có, publicado hoy por el diario "Río Negro", salió una nota que da cuenta de las gestiones realizadas por la cooperadora del Hospital de Cutral Có para la compra de un mamógrafo para dicho hospital . Vale decir que los fondos los aportará, una parte el municipio, y la otra el Hospital a través de los montos transferidos por Plan Nacer. A continuación se transcribe la nota periodística:

"Cutral Co tendrá un mamógrafo en el hospital público gracias a la incansable labor de las integrantes de la cooperadora que día tras día buscaron la manera de obtener los fondos -que son importantes- para la compra del equipo. Lo lograron al convencer e interesar a autoridades sanitarias y de la ciudad. La idea es que las mujeres que deban hacerse la mamografía no tengan que viajar a Neuquén o Zapala.

Nina Strizzi es la presidenta de la cooperadora del hospital de Complejidad Media y empezó en esta tarea en 2006. La acompañan casi desde entonces Mariela Macesic (vice), Mirta Pi (secretaria), Mabel Castillo (tesorera), Olga Fernández (vocal 1ª), Lila Mobilio (vocal 2ª), Susana Salazar (revisora de cuentas), Ivana Zivoder (vocal suplente) y Pablo Cerda, que es el contador.

"El mamógrafo siempre fue el objetivo", sostiene Nina. El 4 de abril de este año le plantearon la inquietud al intendente Ramón Rioseco. "Le llevamos una nota dirigida a la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, junto con un proyecto y la documentación que nos acreditaba como cooperadora", recuerda.

Ahí empezó la espera que terminó en septiembre cuando se les confirmó la compra del aparato. Los fondos los aportará el municipio y el hospital a través del plan Nacer. El equipo incluye materiales para el revelado de los estudios.

Todas se entusiasman en señalar que desde siempre pensaron en el mamógrafo pero lo veían imposible. Si bien tenían expectativas en que las empresas petroleras de la zona podrían brindar algún tipo de ayuda, eso no ocurrió. Recién ahora, comentó Nina, "nos llamaron de (la empresa) Peduzzi porque quieren colaborar con la cooperadora. Es importante nombrarlos para ver si las otras se contagian y nos ayudan". Mariela indicó que la obsesión por el mamógrafo surge teniendo en cuenta que cuando una mujer llega al hospital, y no cuenta con recursos, debe esperar que le den el turno -a largo plazo- en Neuquén. El viaje tiene gastos y si es urgente lo hacen pero si es el control normal en muchas ocasiones desisten. Y si se habla de prevención es imperioso que se faciliten a las mujeres todas las vías posibles para que se pueda detectar de manera precoz el cáncer.

Y aunque confiesan que todos los días hacen algo y que se pusieron como límite trabajar para el mamógrafo, hoy se sonríen y sostienen que es necesario empezar por la terapia intermedia. Y todo hace pensar que seguirán.

En busca de más ayuda

La cooperadora tiene 60 socios pero ahora buscan ampliarlos teniendo en cuenta que la mayoría de la población de la comarca, que carece de obra social, se atiende en el hospital público. Por eso las integrantes de la comisión organizan una convocatoria.
Cada vez que la cooperadora adquiere muebles o instrumentos y lo dan a conocer aparecen vecinos que quieren sumarse para colaborar. Sin embargo, siguen siendo pocos y la cifra es "irrisoria" si se compara con la cantidad de habitantes. Tienen el caso de una enfermera jubilada que se acercó, les pidió un talonario y se encarga ella misma de adherir socios y cobrarles la cuota -que es de 20 pesos- y luego les entrega el dinero.
Hay excepciones de colaboración y las recuerdan. Por ejemplo, el caso de un comerciante del rubro que donó colchones para la sala de pediatría. También la fundación de una entidad bancaria que aportó lo necesario para los colchones de la sala de hombres y un tensiómetro de pie".


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